La asociación ‘Memorial de La Orbada’ presentó este sábado en Salamanca
la campaña de exhumaciones que iniciarán el próximo 24 de junio con el
objetivo de recuperar restos de personas fusiladas durante la Guerra
Civil en al menos siete fosas de la zona conocida como ‘Monte de La
Orbada’, próxima a la capital salmantina.
En enero de 2012 se
inició la investigación para tratar de localizar las zonas en las que
presuntamente pudieron haber sido enterrados los cuerpos de las personas
fusiladas en lo que, a juicio de los expertos, se denomina ‘el gran
fusiladero de Salamanca’. El lugar, situado a pocos kilómetros de la
capital junto a la antigua carretera de Valladolid, es un enorme encinar
al que fueron trasladados grupos de presos a los que se dio muerte,
entre ellos el alcalde de Salamanca en el inicio de la contienda civil,
Casto Prieto.
Con la ayuda de varios testigos se han podido
localizar siete lugares -cinco en la margen sur y dos en la parte
norte-, “siempre próximos a vías de comunicación” en los que se sabe que
hay personas enterradas “y en alguna fosa bastante gente”, aclaró el
responsable de la asociación, Severiano Delgado, quien precisó que hay
constancia de que se produjeron “decenas y decenas” de asesinatos en esa
zona.
Para llegar a ésta conclusión, el grupo de arqueología
forense en el que se integran especialistas de Madrid, Barcelona y Reino
Unido, dirigido por el español Ricardo Ortega, realizó sondeos de
tierra y análisis bioquímicos que determinaron que la composición del
terreno es la propia de cuando ha sido removido.
Según los
primeros indicios, podría tratarse de fosas de poca profundidad en las
que podrían hallarse restos de hasta 31 personas procedentes de las
localidades salmantinas de Garcihernández, Cantalpino, Ciudad Rodrigo,
Babilaguente, Cantalapiedra o la propia capital. Además, existe una
tumba conocida como la ‘Fosa de los navarros’ en la que se sospecha que
podrían reposar los cadáveres de un grupo de hombres detenidos en
Navarra que fue trasladado a Valladolid y a los que se ajustició en La
Orbada “fingiendo que eran trasladados a Salamanca”.
A lo largo
de dos meses, un equipo de 80 personas formado por alumnos de
arqueología forense de las Universidades complutense y Autónoma de
Barcelona y miembros de la Policía Científica especializados en estas
tareas, extraerán los restos óseos que posteriormente tratarán de
identificar para darles finalmente sepultura en el memorial de victimas
del franquismo situado en el cementerio de San Carlos Borromeo de la
capital charra. La financiación de los trabajos procede de la matricula
que pagan los estudiantes para participar en esta experiencia calificada
académicamente como un curso de especialización.
La idea,
explicó Severiano Delgado, es conocer “qué sucedió, cuando mataron a los
fallecidos y en qué condiciones murieron”. Lo más complicado de este
proceso, que podría prolongarse varios años “y dará lugar a varias tesis
doctorales”, es poder dar con familiares de los asesinados pues el
problema, lamentó, “es que se trataba de fusilamientos clandestinos”.
“Hay gente que murió allí directamente sin pasar por centros de
detención y otros salieron de cárceles con destino a una libertad que
jamás lograron porque fueron fusilados poco después”, añadió.
Por
tal circunstancia, Delgado espera que, a medida que se vayan conociendo
los trabajos que se irán realizando en la zona, quienes pudieran conocer
a los fallecidos se pongan en contacto con la asociación para poder
cotejar las identidades.
Leonoticias.com
El Norte de Castilla
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