domingo, 28 de julio de 2013

Los primeros asesinatos en el monte de La Orbada

Casto Prieto Carrasco

José Andrés y Manso

En la noche del 28 al 29 de julio de 1936 fueron asesinados en el monte de La Orbada el alcalde de Salamanca, Casto Prieto Carrasco, y el diputado José Andrés y Manso, presidente de la Federación Provincial Obrera (UGT).

Los dos dirigentes habían sido detenidos el 20 de julio y conducidos a la prisión provincial. El día 28, hacia las once de la noche, con ocasión del cambio de guardia, fueron entregados a la fuerza pública según orden escrita y firmada por el gobernador militar de Salamanca, general Manuel García Álvarez, para ser conducidos a Valladolid a disposición del general jefe de la VII División Orgánica, general Andrés Saliquet Zumeta. Sin embargo, fueron asesinados a tiros por la fuerza que los transportaba, en el km 89,9 de la carretera de Valladolid a Salamanca, en el monte de La Orbada, a la entrada de la rampa de las vacas, donde fueron encontrados a la mañana siguiente por un vaquero, el cual avisó al alcalde de La Orbada, quien a su vez dio parte oficial al gobernador civil, coronel Ramón Cibrán Finot, y este al gobernador militar.

Tras el hallazgo de los cadáveres no se siguió ningún tipo de actuación, puesto que fueron los propios mandos militares golpistas (Saliquet, García Álvarez y Cibrán) quienes organizaron la represión de los elementos más representativos del orden constitucional republicano, con ayuda del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, la Guardia Civil, el Cuerpo de Carabineros y los voluntarios encuadrados en las milicias de Falange Española, dirigidas por Francisco Bravo Martínez (jefe provincial), Ramón Laporta Girón y Abel Mayorga Casado. A las milicias falangistas se les asignó la condición de fuerzas auxiliares de orden público, con la misión de detener por toda la provincia a los alcaldes y concejales socialistas, de Izquierda Republicana y de Unión Republicana, a los directivos y miembros destacados de las sociedades obreras, y en general a todas aquellas personas que se pudieran considerar políticamente peligrosas.

El 26 de julio, las milicias de Falange Española se instalaron en Béjar, y a partir de ese momento comenzaron a aparecer cadáveres de fusilados por las carreteras de la comarca, de manera que el día 29 terminó la huelga general que se mantenía desde el 19 de julio. También en Salamanca, el asesinato de Prieto y Manso fue un punto de inflexión en la huelga general que desarrollaban los sindicatos de la Casa del Pueblo.

Las milicias de Falange Española detuvieron durante el verano y el otoño de 1936 a miles de salmantinos. Al menos ochocientos de ellos fueron asesinados en los campos y caminos, en lo que hoy se conoce como ejecución extrajudicial, gracias a que una orden del general Emilio Mola, jefe del Ejército del Norte, de 8 de agosto de 1936, establecía que todas las muertes causadas por las fuerzas auxiliares (Falange y Requeté) debían ser consideradas como "hechos de guerra" o "enfrentamiento con la fuerza pública", y por lo tanto ajustados a la legalidad emanada de la declaración del estado de guerra en la zona controlada por la Junta de Defensa Nacional.

Aún con todo, a menudo los milicianos hacían desaparecer los cadáveres de sus víctimas en enterramientos clandestinos, para eludir toda responsabilidad, en caso de que finalmente la República sofocara el golpe de estado, cosa que en el verano de 1936 no estaba tan clara.

Los asesinatos de Prieto y Manso fueron los primeros producidos por saca de la cárcel, y los primeros ejecutados en el monte de La Orbada. A ellos les siguieron decenas y decenas de hombres procedentes de sacas de la prisión provincial y de detenciones ilegales por los pueblos de la comarca. Setenta y siete años después, estamos intentando encontrar los restos de aquellas víctimas de la represión, para arrojar luz sobre uno de los episodios más oscuros de la historia de Salamanca y para dar una digna sepultura a todos esos españoles que no pueden permanecer más tiempo enterrados en el campo como animales.

sábado, 27 de julio de 2013

Quinta semana, 21-26 de julio de 2013



Se continúa rebajando el nivel en la fosa de los Navarros, encontrando un cúmulo constante de cantos rodados, lajas de pizarra y piedra caleña que no pertenecen al entorno natural del monte. Un testigo informa de que la fosa es muy grande y fue tapada con la piedra traída en cuatro carros de la cantera situada el final del camino de concentración parcelaria. Entre las piedras aparecen restos muy fragmentados de huesos de tibia, peroné y fémur (en la foto). Como hay varias toneladas de piedra, durante el viernes todo el equipo (15 personas) se dedica a la retirada de las mismas, rebajando el nivel hasta el nivel del comienzo del hallazgo de la trinchera anterior. A unos 30 cm de profundidad aparece un objeto desconocido de plástico y metal.

Se examina el punto indicado por un testigo, encontrando varios cambios de tierra a escaso nivel, lo cual podría indicar una apertura anterior de la fosa, pero después de excavar hasta el nivel natural de las arcillas no aparece ningún resto significativo.

Un vecino nos indica la situación de la llamada fosa del Pedroso, y otras tres más, cerca de la casa del duque, en la antigua calzada Salamanca-Zamora. Ese vecino confirma la información dada por más personas, de que en los años 60 y 70 venían hasta aquí estudiantes de Medicina a buscar huesos para sus clases, y algunos vecinos de La Orbada les señalaban la localización de las fosas.

lunes, 22 de julio de 2013

Cuarta semana, 15-19 de julio de 2013

Continúan los trabajos en la fosa de los Navarros. Hasta ahora ha aparecido una trinchera en la que habían sido enterrados, como mucho, cinco individuos. Sin embargo, la tradición oral de la zona mantiene que se trata de un gran enterramiento, por lo que se procede a realizar catas y tomas de muestras en las inmediaciones de la trinchera encontrada, dado que es probable que existan varias trincheras de pocos individuos en lugar de una grande.

En este lugar se han encontrado cinco pesetas de plata debajo de una suela de zapato, así como restos óseos dispersos sin conexión anatómica.

Se comienza la excavación en la zona denominada "charca de los cebones", en referencia a una balsa de agua permanente que se forma de manera natural, por donde se soltaban los cebones. Se realiza una nivelación de terreno de 4 x 3 metros y una cata de 1,5 x 1,5 metros en uno de los lados, hasta los 70 cm de profundidad, sin encontrar ni objetos ni restos óseos, aunque hay un cambio de tierras, pasando de arcillas a arena. Se toman nuevas muestras de tierra que vuelven a dar resultado positivo, al igual que las tomadas hace unos meses. También un testigo de la zona indicó este lugar como un enterramiento seguro. Se decide suspender el trabajo en este punto hasta hablar de nuevo con los testigos.

Se comienza la excavación en otro punto cercano a la fosa de los Navarros, señalado personalmente por un testigo como uno de los lugares en los que su familia ponía flores en determinadas fechas.

sábado, 13 de julio de 2013

Tercera semana, 8-12 de julio de 2013


Se continúa bajando hasta unos 60 cm. Aparecen más hebillas, botones y un lápiz. Aparecen huesos largos relacionados con los dos esqueletos localizados el viernes de la semana pasada, y finalmente se logra llegar hasta el cráneo del individuo 1. Es el primer cráneo encontrado y la prueba definitiva de la existencia del enterramiento clandestino. Presenta dos orificios de bala.

Desde el primer momento resultaba desconcertante el hecho de encontrar huesos sueltos de pies y manos, así como huesos largos de brazos y piernas sin conexión, y la ausencia de huesos pélvicos. Un vecino de Espino de la Orbada, que ya había colaborado con nosotros, nos explica que a lo largo de los años venían estudiantes de Medicina a llevarse huesos. También vinieron familiares de víctimas, que se llevaban restos. De ese modo, los huesos de las manos y los pies se desperdigaban por el terreno.

Aparecen dos esqueletos casi enteros (les faltan los pies), ambos boca abajo. Una de las víctimas (individuo 2) tenía 17-18 años cuando murió. Medía unos 162 cm. Presenta dos fuertes golpes en la caja torácica, con tres costillas rotas. En el craneo presenta un fuerte golpe en la frente y otro en la región nasal, así como huellas de arrastre en la mandíbula. Este individuo fue arrastrado por el brazo derecho, boca abajo, hasta el lugar de enterramiento. Sufre también una fractura de fémur por un disparo de bala cerca de la rodilla, y varias marcas defensivas en los brazos, resultado de haber intentado parar los golpes.

Respecto al otro individuo encontrado, los arqueólogos no han tenido tiempo todavía de examinarlo con detenimiento.

miércoles, 10 de julio de 2013

Aparecen restos humanos de una fosa común de víctimas de la Guerra Civil

La Asociación Memorial de La Orbada, encargada de las labores de prospección, búsqueda y exhumación de restos humanos de víctimas de la Guerra civil en el monte de La Orbada , ha presentado una denuncia ante el Juzgado de Guardia de Salamanca al encontrar restos humanos en la fosa de los Navarros, según informa su secretario, Luis Castro Berrojo.

La asociación lleva realizando desde el 24 de junio excavaciones en la zona tras obtener los permisos del ayuntamiento de La Orbada, de los propietarios de los terrenos y de la Junta de Castilla y León. Tras alcanzar una profundidad de unos 40 centímetros, han aparecido fragmentos de costillas, huesos de pies y manos, un pequeño fragmento de cráneo y numerosos objetos como peines y botones, y una suela de sandalia de marca ‘El Tranvía’. También se ha encontrado un monedero vacío y una bolsita con varias monedas de poco valor (perras chicas y gordas), así como una herramienta que parece una herradura afilada.

“Prácticamente desde el primer momento se encontraron restos óseos muy fragmentados en la primera de las fosas comunes donde se trabaja, todo lo cual nos indica la presencia de una fosa común en la que suponemos, por testimonios personales y documentación histórica, se hallan víctimas de la violencia política derivada de la sublevación militar del 19 de julio de 1936”, explica la asociación en el escrito remitido al Juzgado.

Tras descubrirse fragmentos de cráneo y huesos de mayores dimensiones “descartan, en nuestra opinión y la de los técnicos que dirigen las tareas de exhumación, cualquier duda respecto del origen de los mencionados restos humanos”. Por eso se insta a las actuaciones procesales que se consideren convenientes “para esclarecer la verdad de los hechos y otorgar la justicia que corresponde a las víctimas”.

Salamanca24horas

martes, 9 de julio de 2013

Denuncia ante el Juzgado de Guardia de Salamanca

Hoy hemos presentado ante el Juzgado de Guardia de Salamanca una denuncia sobre la aparición de restos humanos en la fosa de los Navarros. La trayectoria de los juzgados españoles es no dar trámite a estas denuncias, pero allá cada cual con su responsabilidad.



Luis Castro Berrojo, con DNI (...) y domicilio en Salamanca (...), como secretario de la Asociación “Memorial de La Orbada”, de acuerdo con lo estipulado en el Protocolo de actuación en exhumaciones de víctimas de la Guerra civil (Orden del Ministerio de la Presidencia de 26 de septiembre de 2011. PRE/2568/2011), pone en conocimiento de este Juzgado que desde el pasado 24 de junio viene realizando tareas de prospección, búsqueda y exhumación de restos humanos de víctimas de la Guerra civil en el monte de La Orbada (Salamanca), para lo cual cuenta con los preceptivos permisos del ayuntamiento de La Orbada, de los propietarios de los terrenos y de la Junta de Castilla y León. Así mismo esta Asociación se atiene en esta actividad a las estipulaciones técnicas y administrativas señaladas por el mencionado Protocolo.

Prácticamente desde el primer momento del pasado día 24 se encontraron restos óseos muy fragmentados en la primera de las fosas comunes donde se trabaja, así como una bala de 9 mm. y objetos personales (botones, trozos de tela, un peine, monedas, etc), todo lo cual nos indica la presencia de una fosa común en la que suponemos, por testimonios personales y documentación histórica, se hallan víctimas de la violencia política derivada de la sublevación militar del 19 de julio de 1936. En el día de ayer se descubrieron fragmentos de cráneo y huesos de mayores dimensiones que descartan, en nuestra opinión y la de los técnicos que dirigen las tareas de exhumación, cualquier duda respecto del origen de los mencionados restos humanos.

Todo lo cual pone en conocimiento de ese Juzgado, instando a las actuaciones procesales que se consideren convenientes para esclarecer la verdad de los hechos y otorgar la justicia que corresponde a las víctimas.

sábado, 6 de julio de 2013

Segunda semana, 1-7 de julio de 2013


Prosiguen los trabajos en la fosa de los navarros, alcanzando una profundidad de unos 40 cm. Han aparecido fragmentos de costillas, huesos de pies y manos, un pequeño fragmento de cráneo y numerosos objetos, como peines y botones, y una suela de sandalia de marca "El Tranvía".

También se ha encontrado un monedero vacío y una bolsita con varias monedas de poco valor (perras chicas y gordas), así como una herramienta que parece una herradura afilada.

Los arqueólogos han tomado muestras en otros dos lugares dudosos, que han dado resultados negativos en los análisis bioquímicos.

El viernes, a última hora de la mañana, aparecen dos esqueletos incompletos, que proporcionan una indicación precisa de la dirección en la que se desarrolla la fosa.

lunes, 1 de julio de 2013

Primera semana, 24-28 de junio de 2013

Los trabajos han comenzado por la fosa de los navarros. Después de desbrozar y acondicionar el terreno, los mayores obstáculos están siendo la dureza del suelo y la presencia de varios árboles que han crecido sobre la fosa y cuyas raíces se extienden por el terreno. Todo ello obliga a trabajar con lentitud y con medios exclusivamente manuales. No obstante, se puede afirmar que en ese lugar hay restos humanos. A muy poca profundidad, unos 10 cm, ha aparecido una cremallera de un mono de trabajo, con tela adherida, botones y un tacón de suela, así como fragmentos de mandíbula y de costillas. También numerosas falanges de dedos de las manos y de los pies, dientes y muelas. Es significativo el hallazgo de un casquillo de bala a unos 5 cm de profundidad. Todo está bastante disperso por el terreno explorado.

En total se ha rebajado unos 30 cm.