sábado, 13 de julio de 2013

Tercera semana, 8-12 de julio de 2013


Se continúa bajando hasta unos 60 cm. Aparecen más hebillas, botones y un lápiz. Aparecen huesos largos relacionados con los dos esqueletos localizados el viernes de la semana pasada, y finalmente se logra llegar hasta el cráneo del individuo 1. Es el primer cráneo encontrado y la prueba definitiva de la existencia del enterramiento clandestino. Presenta dos orificios de bala.

Desde el primer momento resultaba desconcertante el hecho de encontrar huesos sueltos de pies y manos, así como huesos largos de brazos y piernas sin conexión, y la ausencia de huesos pélvicos. Un vecino de Espino de la Orbada, que ya había colaborado con nosotros, nos explica que a lo largo de los años venían estudiantes de Medicina a llevarse huesos. También vinieron familiares de víctimas, que se llevaban restos. De ese modo, los huesos de las manos y los pies se desperdigaban por el terreno.

Aparecen dos esqueletos casi enteros (les faltan los pies), ambos boca abajo. Una de las víctimas (individuo 2) tenía 17-18 años cuando murió. Medía unos 162 cm. Presenta dos fuertes golpes en la caja torácica, con tres costillas rotas. En el craneo presenta un fuerte golpe en la frente y otro en la región nasal, así como huellas de arrastre en la mandíbula. Este individuo fue arrastrado por el brazo derecho, boca abajo, hasta el lugar de enterramiento. Sufre también una fractura de fémur por un disparo de bala cerca de la rodilla, y varias marcas defensivas en los brazos, resultado de haber intentado parar los golpes.

Respecto al otro individuo encontrado, los arqueólogos no han tenido tiempo todavía de examinarlo con detenimiento.

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